Odio a muerte a las lolitas del tipo Nabokov. Aún no he terminado el libro. La de la cabecera no soy yo. Esto no es un cursi-blog, ni un diario, es mi liblog...

9 sept 2012

La vista atrás

Echar. ¿Quién no lo ha hecho alguna vez? ¿Quién no lo hace constantemente? Pues bien, los que me conocen saben que soy una obsesionada con el tiempo, que vivo con un pie en el presente y otro en el pasado, y muchísimas cosas más sobre las que no me apetece reflexionar, pero no por nada, sino porque son tantas que voy a colapsarme. Algún día debería hacerlo y dedicarle su entrada. ¿Que esta sería la entrada perfecta? Que me aspen si no sé que sí, pero, de verdad, no me siento capaz.

No voy a justificar mi desaparición, pero es razonable, como todo lo que hago, aunque sean razones irracionales que sólo me convencen a mí, ¿acaso importa? Y además, está relacionada con esto de echar la vista atrás. Por eso, voy a intentar que este sea el principio de una nueva etapa. Cuando escriba esa entrada, tendré que ordenar todo lo que dejo sumido en el caos en detrimento de esa nueva etapa que acabo de mencionar. Mientras, es lo que hay.

A ver, que no me centro. Que ya se ha pasado el verano, señores, y no me lo creo, pero voy a decirlo (escribirlo): gracias, buen Zeus. Necesito volver a la rutina, a la actividad mental que me pone en marcha y hace que salgan de mí cosas buenas, modestia aparte. Tengo la maquinaria y la materia prima, pero no el combustible, y en la "vida normal" (la que no son vacaciones) está. Sí, así es como me argumento mi gandulismo masivo del verano, pero hay una novedad: me lo creo. Engañarse a uno mismo no es fácil, pero no imposible tampoco, y yo lo he conseguido. O quizás lo único que he hecho ha sido encontrar motivos para hacer irrefutable mi filosofía. Me decanto por el segundo, no voy a mentir. Es más, estoy, de nuevo, convencida.

El caso es ese, que me he tirado todo el verano dormitando (que no durmiendo. No he llegado a dormir como Zeus manda ni un solo día... AÚN), escuchando música, mirando el tiempo pasar y sin molestarme siquiera en levantar la mano para saludarlo. Pero lo vi, así que no puedo decir que se haya ido volando. No. Cada uno de los días de este verano ha pasado por mí, y por eso no me siento mal al mirar el calendario y ver la fecha en la que nos encontramos. No niego que me habría gustado hacer miles de cosas, leer miles de libros, escribir miles de historias, et caetera, pero esas intenciones son sólo vagos fantasmas, HACEOS A LA IDEA. Antes dudaba. Ya no, concretamente desde que me di cuenta de que soy más productiva en media hora de descanso entre estudio y estudio que en 3 meses de verano.

Sí, se nota lo mal que me encuentro. Mi mente lucha por recuperar la compostura que tenía hace unos meses cual borracho tras su enésima copa, pero no lo consigue, así que lo dejo. Sólo quería avisar de que, no inmediatamente, pero en un par de semanas volveré a activar el blog. Ojalá que funcione, porque no sería mi primer blog fracasado ni mi primer propósito de enmienda frustrado. Agur.

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Suena: Somebody else, de Jeff Bridges. Buen actor y mejor cantante. Un 10 de hombre.
Estoy: Cansada. No he dicho nada, pero he estado malísima, y la fatiga era un síntoma. Sí, soy una vaga de mierda, eso no ha cambiado.
Sentencia: "Es inútil volver sobre lo que ha sido y ya no es", de Chopin. Es demasiado sentencia esta sentencia, y me voy con mal cuerpo por ello. Mas, cierta.

6 jul 2012

Born and Raised (Review-opinión)

Y aquí está mi tan prometido review-opinión de John Mayer (del disco, no de él como hombre, aunque también debería hacer uno). Espero que os guste y os anime a escucharlo.

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Born and Raised es el último álbum (hasta ahora) de John Mayer. Publicado el 22 de Mayo de este mismo año, había sido atrasada esta fecha debido al problema de salud de garganta del cantante (un granuloma en las cuerdas vocales), que, si bien fue tratado, obligándole a cancelar algunas actuaciones, ha vuelto a resurgir más fuerte, requiriendo una baja un tanto más exhaustiva. Es por ello que no se espera tour promocional, lo que no significa, no obstante, un parón en la carrera musical de John Mayer, puesto que ya (o próximamente) está manos a la obra con su siguiente trabajo.

El propio John premió a sus fieles seguidores (y stalkers) de Tumblr con la portada:


Es una portada notablemente distinta a las de sus anteriores aportaciones (recordemos que excepto en Continuum, él era el protagonista de todas ellas), lo que sin duda es indicio del gran cambio en su temática. El diseño es, probablemente, mayormente suyo, como nos enseñaba también algunos de sus "arrebatos artísticos" en la habitación del hotel:


También fue él mismo quien se encargó de difundir la lista de canciones oficial, de nuevo en Tumblr. Para saber las últimas sobre John Mayer, es el sitio adonde recurrir, después de que cerrara su cuenta en Twitter por los follones con Jennifer Anniston.

Antes de comenzar comentando las canciones, mencionar mi impresión general. Por su carácter melancólico y el evidente título, se ha relacionado el sentimiento del álbum a las desavenencias amorosas, bien con la más célebre de sus relaciones, Jennifer Anniston, quien hace poco declaró que el escuchar el primer single del álbum le trajo gratos recuerdos de su relación, o bien con su quizás último affair, Taylor Swift, con quien coincidió para la grabación del single Half of my heart de Battle studies, y a quien se le relaciona aun ahora debido a la canción de ella, Dear John. La poesía se caracteriza por presentar emociones, ideas, sentimientos, estar desvinculada de la realidad al no narrar una historia y, por ello, su no concreciónsino generalización y su posible identificación entre autor-lector. No todos los poetas, ni menos los escritores en general, han debido experimentar en su propia piel lo que describen en sus escritos, y los cantantes, que son una especie de poetas, tampoco. Por eso, y aunque lo fuera, doy por supuesto que la temática no es el amor fallido, o al menos, no esos dos (es lo que tiene ser fan despechada). Dicho esto, más bien me parece un disco de autoayuda, formato libro de autoayuda, y la sucesión de sus canciones vertebrales así lo sugieren (The age of worry, Born and Raised, Walt Grace, Whiskey, whiskey, whiskey y Born and raised (Reprise)). Autoayuda tanto para él como para los que lo escuchamos.

(Adjunto vídeos con las letras de las canciones).

1. Queen of California. Probablemente sea el siguiente single, o eso dijo John Mayer:


Por lo general, considero que es la típica primera canción que yo, personalmente, escucho lo justo, pero que luego paso sin pensármelo dos veces. Es ciertamente optimista, y en comparación con el resto de canciones, es de las mejores para empezar, y son de valorar las referencias a Neil Young y Joni Mitchell, así como esta línea: "I gotta believe there's another color waiting on me", en relación al Blue de Joni, color asociado a la tristeza.

2. The age of worry. Esta es la primera canción que he establecido como relevante en el proceso de autoayuda. Parece el típico primer capítulo que reza "Si la vida te da limones, haz limonada con ellos" (sacada de la película Love happens), que te insta a fortalecer tu más tierno núcleo antes de enfrentarte a la  dura adversidad ("Build your heart and army to deffend your innocence while you do everything wrong"), a no temer llegar a encontrarte cómodo con ciertas situaciones en apariencia "malas" ("Don't be scared to walk alone, don't be scared to like it"), a sonreír y rebelarnos en los momentos de preocupación ("Smile in the age of worry. Go wild in the age of worry") y, finalmente, mandarla a tomar viento fresco ("And say 'Worry, get out of here'"). La letra merece ser leída en su totalidad, sin duda, vamos a sentirnos plenamente identificados con ella. Destaco para acabar las líneas: "Know your fight is not with them, yours is with your time here".

3. Shadow days. El primer single de álbum. Quizás por haberlo sido, sea que tiene, al menos para mí, un cierto aspecto comercial, que induce a la compra, y ya no sólo en la música, sino en la letra que, estando en consonancia con el resto del tema que trata, vuelve a regirse por la convencionalidad que tanto aman los consumidores. Pero no estoy desmereciéndola ni mucho menos. Sin embargo, esa es la razón por la que no la incluyo dentro de las canciones clave, ya que es una canción que habla por sí sola, y que resume el proceso de principio a fin, es decir, desde los "días sombríos" hasta la recuperación, cosa a la que aún no se ha llegado.


A pesar de no tener tanta sustancia como las demás canciones, dice cosas tan interesantes como que los hay que han estado toda su vida errados creyendo lo contrario ("Did you know that you could be wrong and swear you're right? Some people been to do it all their lives"), que las duras circunstancias nublaron cierta parte de su buen temple ("I'm a good man with a good heart. Had a tough time, got a rough start") pero que, finalmente, éstas le ayudaron a ser ("Hard times let me be"), y que el presentarse emocionalmente desnudo frente al mundo, quizás nos reporte algún beneficio ("It sucks to be honest and it hurts to be real, but it's nice to make some love that I can finally feel").

4. Speak for me. Esta, al igual que la primera, es una de las canciones que tampoco me ha inspirado demasiado. De hecho, ni siquiera me queda muy claro el tono que tiene, aunque parece meramente informativa en cuanto a que vivimos en un mundo donde los destrozos son, amargamente, tema de celebración ("They're celebrating broken things, I don't want a world of broken things") y que, en referencia a su canción Stop this train ("No, I'm not a color blind. I know the world is black and white"), algo no va bien cuando no somos capaces de distinguir matices en lo que nos anima a seguir adelante, limitando nuestra visión a un extremo o el otro, la luz o la oscuridad ("You can tell that something isn't right when all your heroes are in black and white"). Y con todo: "what a drag to say at least I still have yesterday", interesante manera de verlo, ya que tendemos a refugiarnos en el pasado si el presente no va bien o aquél fue mejor que éste.


5. Something like Olivia. De nuevo, una canción que no me dice mucho, especialmente por el empleo de un nombre especifico, lo que termina de concretar la experiencia, acabando con lo que he mencionado antes acerca de la universalidad de la poesía. No obstante, no deja de ser cercana por su cotidianidad: cierta chica, ya comprometida, representativa de lo bueno que se puede encontrar entre lo convencional (en contraposición a la chica de la que habla en Comfortable, cabe destacar) ("Well, Olivia is taken but a look like hers can be found from time to time"), una chica que, a pesar de poderse confundir entre las otras, tiene algo especial que termina encantando, y que si ella misma acudiera, no habría problema en dejarla estar ("No, I'm not trying to steal no lover away from one else [...] but if Olivia herself were at my door, I have to say I'd let her in). O lo extraordinario no existe, o no hace falta que exista. Al final lo más ordinario puede ser incluso más atractivo del mundo, y hay que decir que cuanto más fijamente se mira algo, más detalles se ven en ello y más distinto resulta de lo demás. También decir que no sólo cambia nuestra visión, sino nosotros mismos, lo que contribuye a acentuar ese efecto.


6. Born and Raised. Y llegamos a la columna vertebral del álbum, al que le da nombre, así como la siguiente canción en el proceso de autoayuda. Sin embargo, su rasgo más destacable es la correlación que existe entre ésta y la última pista, y no sólo por el nombre, sino por el mensaje. Es la canción más densa en cuanto a contenido, y tiene un cierto tono de derrota, de pasos pesados alrededor del lugar en el que nos encontramos sin saber cómo hemos llegado a él ("Now and then I pace my place. I can't retrace how I got here"). Es doloroso ver cómo se nos ha enrarecido el semblante de un año para otro ("I cheat the light to check my face. It's slightly harder than last year"), porque todo se ha vuelto difícil a la vez. Pero uno de estos días, volverá a nacer y a crecer ("'Cause one of these days I'll be born and raised"), lo que considero la clave para relacionarla con la Reprise: los tiempos verbales. Aquí hablamos de un futuro que se antoja, si no muy lejano, sí incierto. Veremos qué es lo que cambia en la última canción. Mientras, sólo podemos seguir viendo que en la situación actual, los sueños también se han visto distorsionados, ya que no reflejan grandes ambiciones como antes ("I still have dreams, they're not the same. They don't fly as high as they used to"), pero de nuevo, llegará el día de renacer, porque aún queda tiempo, fe y lo más importante: apoyos, en este caso, familia, aunque no esté todo lo unida que necesita ("I still got time, I still got faith. I call on both of my brothers. I got a mom, I got a dad, but they do not have each other"). Así, lo único que hay que hacer para acabar con los Shadow days es asentarnos en nuestro lugar, plantarle cara a la nueva mañana y estar preparado, porque todo volverá a la normalidad sin avisar ("So line on up and take your place, and show your face to the morning. 'Cause one of these days you'll be born and raised, and it all comes on without warning").


7. If I ever get around to living. Pues va a parecer que no me gusta el disco en general, pero esta es de las más simples también. Tanto la letra como la música crean la atmósfera de un sueño, es decir, con ese regusto de estatismo entre la realidad y la fantasía, objetivo conseguido, ya que la idea general gira en torno a ese tipo de dilema: sueño, deseo, imaginación... pudiéndose dividir en dos: la visión utópica y la realista. En la primera se habla de que, si se atreviera a vivir ("If I ever get around to living..."), sería tal y como soñó ("it's gonna be just like I dreamed"), libre en el más amplio sentido de la palabra: liberado de pertenecencias, del amor recibido, tan sólo viviendo, sin distinguir día de noche ni noche de día ("I'll take the end of every day, tie it up to every morning and sail away"). La parte divertida de la canción llega entonces, cuando se plantea la posibilidad de que, a su ya avanzada edad, sea todo un sueño de adolescente ("Maybe it's all a dream I'm having at seventeen), y empieza la segunda parte, la realista: chico, ¿cuándo vas a madurar? Insistes en esconderte, trabajar todo el tiempo por mejorar lo que tienes y en perder el tiempo buscando una señal que no será lo que quieres que sea. Más te vale madurar.


8. Love is a verb. A primera escucha, me pareció una canción bastante tonta, pero lo cierto es que está ingeniosamente elaborada. Aprovecha el juego de palabras al que da lugar "love", que en inglés se utiliza tanto para el verbo como para el sustantivo, por lo que en la canción toca aclarar que el "amor" como sentimiento se refiere al sustantivo y no al verbo. Que el amor no es un objeto material ("It's not something you hold"), ni algo que exista si todo el mundo está enterado de ello ("It's not something you scream"), sino que es pura acción que no necesita traducción ("When you show me love, I don't need your words"). Tampoco es una muleta que sólo se utilice en momentos de debilidad ("Love ain't a crutch"), ni una droga, a pesar de lo que digan ("Love ain't a drug despite what you've heard) y, desde luego, no puede sustentarse en "pagarés" ("No, you can't get through love on just a pile of IOUs"), por eso, es necesario demostrar que "Yeah, love ain't a thing. Love is a verb".


9. Walt Grace's submarine test, January 1967. Para el propio cantante, esta canción supone un doloroso proceso que "casi lo llevó al manicomio" (esperamos que metafóricamente). El primer trabajo narrativo de John Mayer, es el perfecto ejemplo de lo que el resto del álbum denuncia: el caso de un hombre destrozado por su rutinaria vida ("Walt Grace, desperately hating his old place"), en la que ni la fantasía ni los deseos tienen cabida; ni su propia familia ni sus amigos creen en él ("His wife told his kids he was crazy; his friends said he'd fail if he tried"), y fruto de ese descontento que le produce su anodina existencia, decide construir él mismo un submarino de una sola plaza, para escapar de ella. Llama la atención que se vaya solo, lo que nos da a entender que no ha sido dado el amor suficiente como para querer preservarlo, y es que, cuando la vida ya te ha vapuleado cuanto ha querido en el primer turno, el siguiente es totalmente tuyo ("'Cause when you're done with this world, you know the next is up to you"). El caso es que se decidió a enfrentarse a las dificultades ("That morning, the sea was mad and I mean it. Waves as big as he'd seen it") y halló paz ("And for once in his life it was quiet"). Para quien lo quiera, puede tomarla al pie de la letra, aunque no es aconsejable (a menos que sea un ingeniero de la armada americana retirado). Walt Grace cambió su situación, según la canción, con éxito ("The operator connected the call from Tokyo"; "Now his friends bring him up when they're drinking at the bar with his name on the side [momento de apoteosis musical]), pero, ¿es ese éxito una victoria, o una derrota? Es, probablemente, una derrota frente al mundo y una victoria frente a uno mismo que, en última instancia, es lo que más debería contar. No importa lo que piensen los demás o lo difícil que sea, sólo "what it would take to survive". Aunque, no todos son capaces de vivir esa filosofía de vida, y terminan sucumbiendo al peso de la vida, como podría ser este el caso.


10. Whiskey, whiskey, whiskey. Aquí encontramos el último escalón hacia la recuperación: el paraíso artificial de la bebida, tan tópico consuelo, en fin, efectivo. En aquella ciudad de desenfreno que es Nueva York, es donde busca aquel hombre que nunca consiguió ser ("I'm trying to find the man I never got to be") debido a toda una vida de cobardía que dificultó todo ("I found the whole thing so much harder than it seemed"). Aun así, reconoce que fue culpa de nadie más que de él mismo ("The words were mine, I'm not complaining"). Por ahora, el estado es de alcohol, agua, dormir y repetir, pero se muestra algo optimista alegando que es tan sólo una mala racha que pasará porque quizás dispone de los medios ("It's just a phase, it's not forever, it's just a phase, but I still might have a ways to go"). Momento destacable el de volver solo (más que un perro) a casa, susurrando bajo la fuerte respiración que provoca la embriaguez, retando al mundo porque "aún no ha visto nada. Genial, ahora llueve" ("Walking home with no one left, speaking softly underneath my breath: "Hey world, you ain't seen nothing yet. Great, now it's raining"), y también el de, entre whiskey, agua, sueño tormentoso y más whiskey, soñar que alguien te echa de menos ("Dreamed somebody missed me). Sí, probablemente tener a alguien al otro lado de la cuerda es un buen motivo para salir del bache.


11. A face to call home. Esta canción, la que parece haberse convertido en mi favorita por su perfección lingüística y temática, se aleja del estereotipo de autoayuda que he elegido para comentar el álbum, y es que no podía faltarle un rinconcito amoroso a John Mayer. Aquí encontramos estrofas tan sublimes como esta: "I am an architect of days that haven't happened yet. I can't believe a month it's all spent", o, el colmo de los románticos, lo que debería ir impreso en toda felicitación de San Valentín de ahora en adelante: "You know my paper heart, the one I fill with pencil marks, I think I might have gone and inked you in". Es algo realmente difícil, saber que has dado con la persona perfecta que se merece ser grabada a fuego en lugar de sugerida con vaga luz, pero nunca es tarde para dar con ella (como tampoco lo es para arrepentirte totalmente) y dejarte mecer por la melodía de su corazón ("You got me swaying right along to the song in your heart"). También destacar el dulcísimo coro femenino que se escucha en la frase que da título a la canción, y la reflexión que tanto tememos a la hora de amar: parecerle al ser amado un lastre maniático, tal y como nos vemos a nosotros mismos, pero a menudo tenemos la suerte de contar con su buena fe ("You never look at me like I'm a liability. I bet you think I've never been at all"). Es una preciosísima canción.


12. Born and Raised (Reprise). Y llegamos al final (oficial) del álbum y de nuestro recorrido hacia la el bienestar, como no podía ser de otra manera, ya no sólo por lógica, sino por motivos comerciales. Nadie se atreve a acabar un disco dejando sensación de pesadumbre. En ella, hemos salido de la amargura con éxito, y eso se demuestra en el empleo de la misma estructura de la sexta canción pero esta vez, con el verbo en presente (es la correlación de la que hablaba anteriormente): "It's good to say now I'm born and raised", y también hay una cierta unión entre las líneas de "In half a time, I'll be twice my age. Better learn how to turn the page" y las que encontramos al final de Born and Raised sobre el retorno a la vida normal sin previo aviso. El tiempo pasa siempre de la misma manera, pero a nuestro juicio, éste se precipita de manera inevitable conforme nos hacemos mayores. Siempre hay tiempo de rectificar, de redimirse, pero no para arreglar las cosas y aprovechar lo que queda por venir, así que es sólo cuestión de echar cabeza e intentar ser conscientes de esa idea, pero sin mucho calentársela, ya que eso nos impedirá ser felices, simplemente, y, aunque la echemos, habrá momentos en que la perdamos por completo sin poder evitarlo.


13. Fool to love you. Esta pequeña cancioncita, sólo accesible desde la compra del disco completo por iTunes (o descargas ilegales, para qué vamos a engañarnos), trata de un amor ciertamente desesperado pero con un tono divertido, de modo que no es triste. "Hace falta un tonto para quererte, y yo soy ese tonto", básicamente (entiéndase "tonto" con ese matiz de inocencia algo aniñada, teniendo en cuenta que la palabra utilizada en inglés, "fool", también sirve para la expresión "tomar el pelo"). Recoge la tan famosa cita de "si me engañas una vez, será tu culpa; si me engañas dos, la culpa será mía" ("Fool me once, it's shame on you; fool me twice, it's shame on me"), pero en la ceguera del amor, ¿qué más da lo que te haga, siempre y cuando sea esa persona la que lo haga? ("But fool me, baby, for the rest of my life, and I'll be happy, happy as a broken man can be").


Y hasta aquí. He de reconocer que no me gustó demasiado cuando lo escuché las primeras veces, pero fue más bien por el rechazo al cambio que había dado John Mayer en su estilo. No obstante, se aprecia que, en profundida, está lleno de poesía y enseñanzas, y eso en profundidad. Sin entrar en detalles, resumir su contenido en que la vida está compuesta por cosas buenas y otras no tanto; que si las buenas, por desgracia, pasan, las malas también, utilicemos algún que otro método o no (el alcohol, el amor, o la "simple" fuerza de voluntad). Musicalmente, destacar su sabor country, que llamará la atención de sus amantes (especialmente si proceden de Taylor Swift, que es muy de su rollo por mucho que me repatee), y lamentar las condiciones en que se ha desarrollado, es una pena no poder escuchar muchos de estos temas en vivo, pero seguramente llegará el día.


P.D.: El día 7 me tenéis con entrada temática de John Mayer de nuevo. Motivo de fuerza mayor.


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Suena: Nada.
Estoy: Cansada. Han sido varias semanas para esto.
Sentencia: "En esta vida, hay que morir varias veces para después renacer. Y las crisis, aunque atemorizan, nos sirven para cancelar una época e inaugurar otra", de Eugenio Trías, filósofo español, y no podría estar más de acuerdo con él.

23 jun 2012

Metafisicismo

Pues nada, aquí estoy de nuevo, por fin, eventually, como lo queráis decir. Estoy aún cansada después de Selectividad, medio tontita por la cerveza y conmocionada por todo. Sinceramente, creo que el ser humano no está preparado para el sentimentalismo del que viene haciendo acopio desde que los primeros hombres empezaron a enterrar a sus muertos por creencias religiosas.

La Selectividad, bueno, podría hacer un resumen pormenorizado, pero no me apetece mucho. Sólo decir que me ha salido de la mejor manera posible, que si algo sale mal las reclamaciones van a ir directamente a mis profesores de Bachillerato y que sinceramente, espero muy buenos resultados. Si no, pues me sentiré fatal, para qué voy a negarlo, pero no creo.

Se avecina una semana de cambios (bueno, se avecina un futuro de cambios, en general, pero una semana en particular). Si todo va según lo previsto, iré informando, porque no hay nada más triste que decir de hacer algo y que luego no se haga. O eso pienso.

El caso es que mientras, lo que queda de semana, me toca descansar y pensar un poco. Descansar es más o menos fácil. Lo difícil es pensar sin volverme loca. Lo primero, es que no soy capaz de pensar a largo plazo, y lo segundo, es que pensar en esta etapa de finales y cambios, supone un estado de abstracción y metafisicismo que, como he dicho antes, no aguanto.

Sólo apuntar un par de cosas. Decir que llegar aquí no ha sido fácil, como todos sabemos, aunque me repatee que haya personas para las que sí y se las den de víctimas (y, lo siento, pero me creo en el divino derecho de no considerarme como tal). De hecho, llegar sólo significa estar de cuerpo presente (algunos, con algún miembro de menos, como por ejemplo, una mano. Yo tuve la suerte de descubrir el año pasado unos bolígrafos con los que escribía a la velocidad de la luz sin dolerme nada de nada), porque si tuviéramos que mantener nuestra espiritualidad intacta para llegar al final, está claro que ninguno llegaríamos. Por eso, sacrificando ésta, es decir, liberándonos de ese aspecto que damos por hecho en todo lo llamado "ser humano", somos capaces de acabar con mayor o menor éxito nuestras empresas. Yo, por mi parte, y por la de alguna persona más que me lo ha confirmado, me he dedicado a respirar (por ser una necesidad estrictamente fisiológica) y a caminar. Por suerte, en ningún momento de mi vida han llegado a faltarme fuerzas para caminar. Y caminando siempre se avanza. Caminar a pesar de todo es lo importante.

Después del trance, la espiritualidad vuelve, magullada o no, y se recompone, pero sí es clara una cosa: si bien se gana al llegar al final del camino, también se pierde. Es más. Diría que a veces estamos tan centrados en conseguir el objetivo que nos hemos propuesto que ni siquiera apreciamos el perjuicio que ello ha costado, lo que viene a demostrar que ganar no siempre es ganar, sino perder. Y lo cierto es que en todo lo que hacemos, terminamos perdiendo algo, que quizás no se note mucho: un sentimiento, una idea, una emoción, alientos no tangibles que forman parte de nosotros y que, o son eliminados cual apéndices.

Y también se pierden cosas, o personas, aunque a mí me dan más pena las cosas (ja, ja, ja). Si nos obsesionamos en nuestra meta, podemos volvernos demasiado egoístas y descuidar a todos los demás. En ese caso, es culpa nuestra. Sin embargo, hay otros casos en que esas situaciones nos valen para probar la fidelidad de nuestros compañeros. En fin, valgan o no valgan, me inclino por dos sentencias: que nadie es imprescindible y que estamos más de siete mil millones de personas en el mundo.

Pero, al igual que el frío puede verse como la ausencia de calor, la pérdida puede verse como la consecución. Quizás esos vacíos no se han llenado inmediatamente, pero tanto si lo han hecho como si no, bienvenidos sean.

En cualquier caso, y en resumen: el final no lo es todo, sino disfrutar también de la carrera; y que todo y todos han sido parte de la etapa finalizada. Por eso, me olvido de rencores y doy gracias. Soy mejor o peor persona, más fuerte o más débil, más confiada o más escéptica, sin que lo bueno sea tan bueno ni lo malo sea tan malo. Soy y estoy. Suficiente.

P.D.: Cada vez queda menos para mi megahipersupermagnífica entrada review-opinión de Born and Raised (de hecho, las notas ya me desbordan), pero estoy cansada y lo más probable es que me vaya a leer y dormir. Sí, así es como va mi noche de San Juan este año.

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Suena: Cigarettes and chocolate milk, de Rufus Wainright.
Estoy: Reflexionando, ¿no se nota?
Sentencia: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar", verso de Machado (Antonio, no el hermano).

18 jun 2012

Hiatus

O "pausa" en inglés. Me tomo una pequeña pausa por motivos de fuerza mayor (venga, como si no supierais ya que mañana empiezo Selectividad). Espero volver a veros pronto por aquí.

17 jun 2012

Que tenga una que acabar el día de una manera tan absurda... he ido a matar un mosquito y para ello he dejado que se me posara en la pierna un femtosegundo. ¿Resultado? El mosquito me ha picado y se ha ido, tan campante. Pero he matado a otros 3 de los suyos (suyas) así, a palmadas. Me siento una asesina orgullosa.

El día en sí ha sido absurdo. Tenía la firme intención de madrugar (como SIEMPRE), pero claro, también como SIEMPRE me he despertado y, con las mismas, me he vuelto a dormir. Por cierto, ¿alguien se acuerda de la frase de Unamuno que me escribí en el brazo y dije que se me tatuaría en otro lugar? Aquí tengo la prueba:


La frase iba escrita en el brazo izquierdo. Este es el derecho. Se ve un poquito la marca. Recuerdo que anoche me acosté en la cama después de una hora con el iPod escuchando a John Mayer y jugando al solitario (con cartas de verdad, ¡hala!), y como no tenía ganas de levantarme a por una chaqueta, apoyé un brazo debajo del otro para no tintar las sábanas. Y recuerdo también la manera en que puse los brazos, pero ahora no me encajan, no sé si me explico. Lo intento, pero me hago daño. Sólo Morfeo sabe qué hago yo por las noches...

Por lo demás, me he dedicado a "repasar" y escuchar música, y aprovechando que la casa estaba vacía, cantar en voz alta. Y leyendo detenidamente letras de canciones. Estoy deseando escribir el tan esperado review-opinión, que será el fin de semana después de Selectividad, lo prometo.

También he descubierto que las actuaciones de Erasure que más me gustan son de un tour llamado The Innocents, y que las de un día en concreto están reunidas en VHS, pero que no incluye la mejor de todas, esta:


Y la intención de comprármelo por eBay ha caído enseguida. Es que... por favor, qué aberración.

Y sólo decir que esta noche hay visita y las noches que hay visita no ceno, o porque se olvidan de mí, o porque no me apetece tener que saludar y pedir cena educadamente en mi propia casa.

A la mierda la estabilidad mental de todo el día.

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Suena: Painted by numbers, de The Sounds.
Estoy: No estoy.
Sentencia: Creo que hoy no he aprendido nada.

15 jun 2012

Vulgaridad/Usualidad

Vulgaridad, del latín vulgaris, -e, "perteneciente o relativo al vulgo", donde vulgo se identifica con pueblo. Y lo usual, lo normal, lo ordinario, que no tendría por qué, pero suele degenerar en lo mediocre. Son dos conceptos de los que podría hablar largo y tendido por separado, pero me apetece relacionar uno con otro (por eso la entrada tiene una barra oblicua. Bien pensado, ¿eh?).

Joder, me hace sentirme realizada que la gente se meta en el blog, aunque no se lo lea (no, Blogger no muestra esa información en las Estadísticas... todavía). Yo entiendo que echa para atrás ver mucho texto seguido sin dibujitos, y mi propósito de poner fotos para amenizar, va cada vez peor. Aun así, gracias de nuevo.

Sabe Zeus que odio ponerme a estudiar cosas nuevas en vísperas de exámenes, y también sabe que AMO los apuntes de mi (ex) profesor de Lengua, con sus argumentos de autoridad, tan bien escogidos en función de lo que esté explicando para darle validez... ¿cómo es capaz de dar con tantas citas tan adecuadas? Nunca lo sabré. Quizás le pregunte el día que me acerque al instituto a por las notas. Bueno, no creo que lo haga. El caso es que hay ya algunos apartados en los que no hay explicación, sólo cita sobre cita y sobre cita una... y vale, explicar algo mediante ejemplos está genial para que el alumno lo entienda rápidamente y, además, lo vea como algo útil en su entorno, pero para contestar una pregunta en Selectividad, como que no... así que nada, he tenido que ponerme con el libro de Lengua, el cual he tocado poco y menos este curso, y empollarme los géneros literarios desde ahí. Ya no me meto a mirar la literatura, porque entonces sí que es verdad que no acabo. Prefiero fiarme de él, y llenar como buenamente pueda lo que a mí se me antojan "huecos" esenciales, por ejemplo, no mencionar en la pregunta de la lírica antes del '36 que Machado (Antonio) dedicó parte de su poética al problema de la España hundida. Lo más gracioso es que esos apuntes ni siquiera son de mi profesor, sino del otro... vaya, la enseñanza se está convirtiendo en la España de hoy día: no puedes ni fiarte de los jefes (véase caso de corrupción en el Consejo General del Poder Judicial). Se ha quedado un poco brusca la comparación... bueno.

Mi madre dice que las vísperas son siempre lo mejor del momento en sí (por ejemplo: es más emocionante la víspera de Nochebuena que la Nochebuena en sí), y desde que me lo dijo, ni lo he olvidado, ni he dudado de su veracidad. Y de esa misma manera, los principios son mejores que todo lo demás (por ejemplo: eso que dicen que la pasión sexual sólo dura unos cuantos meses [siento no poder precisar cuántos, pero los resultados de Internet no se ponen de acuerdo]). En fin, lo nuevo, lo diferente, lo raro (con connotación positiva), lo que se sale de la normalidad, de la ordinariedad (sin connotación negatica), lo extraordinario (vale, ya ha quedado claro), todo eso es atractivo por el misterio que encierra. Lo que conocemos de sobra ya no puede resultar excitante porque carece de capacidad de sorprender, pero lleva a otra etapa: la de amar sinceramente. Sólo se puede amar algo sinceramente si se conoce a fondo. Todo lo demás es demagogia.

El caso es que a veces (quiero decir, SIEMPRE), por estar educados en la sociedad de las películas tipo Disney de pequeños, y Pretty woman de más mayores (también me estoy refiriendo a los hombres con ésta; Richard Gere es bueno para todo y para todos), tendemos a idealizarlo todo, a idealizarlo y platonizarlo, digo en mis apuntes sobre la explicación del Dolce stil novo, ese amor derivado del amor cortés (el de "oh, señora, cómo te amo, y por ello, consagro mi vida a servirte, pero, oh, qué mal me tratas, dueña mía") que, tras varias transformaciones, terminó pues así, idealizado y platonizado (creo que lo platonizado lo añadí después de aprender en Filosofía el origen de la expresión [visión de Platón del amor: un amor derivado del afecto físico que es no correspondido {mucha casualidad sería que sí lo fuera} porque no llega al culmen sexual y sólo se da de forma mental, siendo un ideal]). Todo esto me entra en Literatura Universal, tenía que repasarlo, gracias. El problema que ofrecen estas idealizaciones es que, como están basadas en esos precedentes tan falsos fantásticos que he mencionado al principio del párrafo, normalmente su parecido con la realidad es tan mínimo que ni siquiera existe. El ejemplo más obvio es la admiración que sentimos hacia los ídolos de masas: yo con mi queridísimo amadísimo perfectísimo John Mayer, sin querer ver que, si a estas alturas de su vida todavía no ha tenido novia, y teniendo en cuenta, por mucho que me repatee, la canción de Taylor Swift, es porque es un poco cabroncete con las tías, y que probablemente se ríe de todas sus patéticas fans; o los idólatras de Salinger, el escritos de El guardián entre el centeno. Apuesto una mano a que no lo verán igual después de enterarse de que además de ser tan excéntrico en sus no-relaciones con el público, era muy posesivo con su mujer, a veces hablaba cosas raras (trastorno conocido como glosolalia) y, según su hija, se bebía su propia orina. Pero también lo encontramos a una escala más reducida, como por ejemplo, adorar a un gato (me siento muy identificada con ello), los animales más desagradecidos, ingratos, interesados e infieles del mundo. ¿Que se te restriega en la pierna? No, no te quiere. Quiere comida, que es distinto. Vale, ese ha sido un ejemplo muy tierno pero no me sirve para la explicación. Lo más corriente es que les pase a las tías con los tíos. En cualquier caso, teniendo en mente todo eso que he dicho (ni yo misma podría. Degenerada), deberíamos considerar un par de cosas: a veces, es mejor abandonar estas "cosas" cuando son tan estupendísimas pues, cuando muestren su auténtica cara, hubiéramoslas idealizado o no, será una decepción terrible; si quisiéramos continuar y sentirnos plenos, correríamos ese riesgo y nos quedaríamos sin el buen sabor de boca y no plenos en absoluto; aunque los hay que se sentirían peor por no haber estirado de la goma todo lo que podían, o bien por satisfacción, o por ver lo que pasaba en realidad. Yo soy de las que viven feliz en la ignorancia, así que creo que pararía a tiempo. Es cuestión de gustos. De todos modos, os recuerdo lo que he dicho de que la pasión sexual se acaba muy pronto... y suponiendo (que es mucho suponer) que lo estupendísimo fuera realmente estupendísimo, terminaría perdiendo su estupendosidad (como un globo se acaba deshinchando), y volviéndose rematadamente normal, usual, ordinario, carente de interés. Pero no hay que temer. Con eso que tanto se metía Nietzsche, el "rebaño", que somos todos (como Hacienda, ja, ja, ja), completamos esa carencia porque, si bien lo interesante nos hace sentirnos excitados, lo normal nos hace sentirnos estables, cómodos, seguros. La rutina no es tan mala como pueda parecer en apariencia. Aunque como última nota, decir que, al igual que "es importante que hablen de uno, mal, pero que hablen", también es necesario tener tormentas en la vida, para hacernos apreciar más la calma y el solecito, para terminar con la metáfora atmosférica.

Así que podéis deducir que no estoy de acuerdo con el dicho de que "más vale malo conocido que bueno por conocer". Pero considerando que se me acerca Selectividad... creo que sí lo prefiero.

P.D.: Oh, cómo se nota que me encanta escribirlo todo juntito y pegadito.
P.D.2: Adjunto una fotito de mi última "gacetilla" (acabo de estudiarla en los subgenerísimos periodísticos de opinión: explicación sobre un punto de la actualidad a modo de apunte, o algo así). GRAN frase de Unamuno que no me cabía en la mano:

("La pena de vivir, llevando el Todo temblando ante la Nada". El temor de Unamuno no era el Infierno, sino el vacío, la Nada)

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Suena: Blue Savannah, de Erasure.
Estoy: "Deseando" ponerme a estudiar Lengua.
Sentencia: De nuevo, adjunto una canción que ejemplifica bien lo que he intentado explicar: Maybe it's because, de la BSO de En el límite del amor. "Quizás cuando respondí que sí, me convertí en un aburrimiento. Quizás si te quisiera menos, tú me querrías más".

La muñeca de porcelana

Bueno, pues para variar, escojo las mejores horas para escribir en mi querido liblog. Como ya de por sí no lo visita mucha gente (aunque más de la que me esperaba), pues las novedades ocurren cuando todo el mundo está durmiendo. Así no hay manera...

El caso es que hoy estoy dramática (hablando de drama, espero seguir sabiéndome tan rematadamente bien ese tema de Griego, porque como me tenga que parar el Miércoles por la noche a repasar literatura de Griego, me van a dar por culo enseñar lo que vale un peine el Jueves en Selectividad, pero bueno). Y como tal, tomo decisiones dramáticas. No, la verdad es que es de las mejores que he podido tomar. Pero no afectará al blog, lo prometo. Y además, es temporal.

En fin, que vengo a inaugurar una nueva sección. Es el momento perfecto: de madrugada, estoy despierta, medio inspirada, con la música puesta y... y ya está. En realidad me duele hacerlo porque tenía idea de hacer otra cosa y esa idea se ha ido metamorfoseando hasta convertirse en otra idea que también tengo en la cabeza pero que no quería desarrollar si no era toda de golpe... y por eso vengo a escribir ahora: porque sienta bien para las depresiones momentáneas y porque estoy emparanoiada. A ver si sale algo bueno.

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Había una vez, una casa normal y corriente, con una familia normal y corriente, con niños pequeños normales y corrientes, con sus habitaciones normales y corrientes, con cajas y estanterías llenas de juguetes normales y corrientes EXCEPTO por una pequeña muñeca, que era extraordinaria. En cierta medida, ella lo sabía, y eso era lo que le impedía ser feliz. 

La muñeca tenía una larga melena pelirroja que le llegaba hasta casi los pies; unos enormes ojos verdes que apenas le dejaban espacio para dos pequeñas líneas rosas que conformaban la nariz y la boca. Además, vestía un bonito vestido blanco impoluto. Lo cierto es que era una muñeca preciosa, pero a lo largo de su existencia había visto pasar a todo tipo de juguetes muchísimo más llamativos que ella. El caso es que la muñeca tenía un defecto: tenía la cara de porcelana, lo cual significaba que no podía moverse de donde estaba si quería continuar compuesta. Por ello, se encontraba en la última leja de una estantería, metida muy al fondo, donde ya casi no llegaba el sol y donde apenas veía nada, ya que los demás objetos, como fotos enmarcadas y lapiceros, estaban delante de ella.

A menudo, de madrugada por la noche, cuando los demás juguetes se cercioraban de que sus dueños dormían, se desperezaban, ya que dormían desde las últimas horas de la tarde, cuando los niños se iban a cenar, y comenzaban a jugar entre ellos hasta el amanecer, que es cuando los niños se despertaban y volvían a por ellos. Había todo tipo de juguetes: pelotas, canicas, ositos de peluche, cochecitos, y sobre todo, muñecas, muñecas más o menos bonitas, más o menos altas, más o menos delgadas. Y el rasgo que tenían en común es que todos estaban más o menos estropeados, excepto, claro, la muñeca de porcelana. Pero lo cierto es que todos disfrutaban muchísimo cuando jugaban juntos.

Varias noches, los ositos de peluche, los cuales no se hacían daño al caer por ser blanditos, habían intentado escalar la estantería para establecer contacto con la muñequita, pero no lo habían conseguido. Los demás juguetes la llamaban desde abajo, pero no eran capaces de relacionarse con ella, ya que ésta tenía demasiado miedo de moverse por si se rompía, y más aún de asomarse siquiera. Pero una de esas noches, algo envidiosa de las risas de los demás juguetes, se deslizó con cuidado y se acercó al borde de la leja. Al asomarse abajo, sintió mucho miedo por la altura, pero vio algo que la impactó más aún: la fiesta que las muñecas habían organizado. Inmediatamente quiso unirse a ellas, pero sabía que no podría hacerlo, de modo que se resignó y, muy entristecida, volvió a su oscura esquina.

Desde aquella noche, la primera en que se había decidido a escrutar lo que había más allá de la superficie en que se encontraba, cada vez le costaba más resistir la tentación de bajar y unirse a la diversión, y a pesar de lo grande que era aún el miedo a romperse, ideó un plan: se colocaría en el borde de la estantería para que, a la mañana siguiente, si los niños la veían, sintieran pena de verla tan solita y quisieran unirla con las otras muñecas. Y así fue. Una de las niñas se fijó inmediatamente en ella y le pidió el favor encarecidamente a su madre, quien, antes de colocarla en el suelo, le avisó que era una muñeca muy delicada, que se rompería con facilidad si no la trataba bien y que sólo se la dejaría un rato. La niña accedió y la muñequita no veía la hora de ser feliz. Cuando la madre la tomó entre sus manos y la colocó en el suelo, enseguida aprendió lo que era pasarlo bien, y a pesar de que la madre se encargaba de colocarla en su sitio todas las noches, se alegró de poder jugar con los niños.

Sin embargo, un día que la madre no estaba, la niña quiso bajarla de la estantería ella misma, así que colocó una silla al lado de ésta y alargó el brazo hasta el último estante. Con la muñequita agarrada por una pierna, tiró, con tan mala suerte que la niña perdió el equilibrio y cayó al suelo sin soltarla. La niña comenzó a llorar por la caída y, tras levantarse con mucha dificultad, salió corriendo del cuarto en busca de su padre. Por su parte, la muñeca yació en el suelo bocabajo, incapaz de moverse. El vestido blanco ocultaba sus miembros retorcidos, sobre el cual se extendía su pelo, más rojo que nunca. Pero la herida más grave era que su carita de porcelana estaba ahora partida en dos. No obstante, para nada se reflejaba en ésta miedo o tristeza, tal y como se esperaba. Si bien había sentido todo eso durante la caída, tuvo el tiempo suficiente de reflexionar y darse cuenta de que lo había pasado muy bien durante esos días y que si se hubiera atrevido antes a asomarse, quizás habría disfrutado durante más tiempo. Por eso, lejos de mostrar una mueca, sus finos labios continuaron delineando su acostumbrada sonrisa. Los demás juguetes la contemplaron en silencio, y esa noche meditaron sobre ella.

Moraleja: Es natural sentirse vulnerable si nos vemos ciertamente distintos a los demás, y tener miedo si nuestra situación es propicia para ello. Sin embargo, esos sentimientos deberían quedar cohibidos por las ganas de vivir y hacernos ver, porque quien no se atreve a vivir, no disfruta de la vida. Y más si contamos con personas alrededor que nos animan a tomar las riendas de nuestro existir. Así, es necesario dejar a un lado el temor a hacernos daño y experimentar, pues cada éxito que logremos, por pequeño que sea, se sobrepondrá al anodino tedio de mirar y no actuar. Porque los golpes de la vida vendrán sin avisar, y cuando lleguen, debemos poder estar orgullosos de haber vivido de la manera que quisimos, y debemos poder asumir la derrota final sin dolor ni arrepentimiento por no haber dado lo mejor de nosotros.

14 jun 2012

Fin

El final se acerca. Pero me da miedo este fin en concreto, que son varios finales, y finales definitivos además.

Hace un rato que he vuelto de hacer los exámenes de la Escuela de Idiomas. Nunca me había alegrado tanto de que la nota mínima para aprobar fuera un 5. No digo (espero) que vaya a sacar un 5, pero por si acaso hoy me ha pillado con Atenea de malas, pues eso que gano. Aunque la verdad es que llevo un cursito de notas que no son propias en mí... pero lo más gracioso es que las tareas de casa está siempre perfectas, incluso esas redacciones que solía hacer en cinco minutos un Domingo por la noche antes de irme a dormir, sin consultar diccionarios ni nada. No sé. No lo entiendo. Y sé que vosotros tampoco vais a entenderlo. De hecho, suena muy a excusa de mal estudiante (de las del tipo "no le caigo bien al profesor"), y soy consciente de ello, pero es lo que realmente pienso.

Es muy divertido esto de estar en medio de un examen, medio puteado porque, o no te interesa una puta mierda lo que estás leyendo/escuchando, o porque 3 de las 5 palabras que has leído son largas e incomprensibles, y se hace tedioso leer. Digo, que es divertido estar en esa situación y ponerte a pensar en cosas totalmente al margen, por ejemplo, ponerte a repasar la Dictadura de Franco. No es que haya sido mi caso, ¡por Zeus! No soy tan masoca. Ha sido Literatura Universal, concretamente. Estaba intentando escribir que los seres humanos somos morbosos por naturaleza y no sabía cómo decir "morboso" (he pensado en "morbid", pero pensaba que eso sólo valía para obesidad mórbida. Ojalá lo hubiera puesto, me habría ahorrado el giro), y bueno, me he acordado de mis apuntes sobre Baudelaire, con adjetivos tales como enfermo, inmoral, bohemio, enfermizo, mórbido, controvertido, morboso, vicioso y perverso. Resulta que las escasas veces que me pongo a redactar mis propios apuntes me vuelvo un diccionario de sinónimos. Tenía que escribir un ensayo sobre si pienso que "las malas noticias son buenas para los periódicos", y he considerado que sí porque el ser humano es morboso por naturaleza y las malas noticias venden más que las buenas. También me he ido por los cerros del Olimpo un poco pero espero que no se note. Es que había que llegar a las 250 palabras a toda costa... Pero no os equivoquéis, que me gusta pensar en lo que no tengo que estar pensando cuando hago exámenes. Si voy medianamente sobrada, claro. Entonces sí me puedo reír feliz. Si no, tengo un problema.

Y ha sido muy gracioso ir a empezar a leer uno de los textos y descubrir con horror que había leído la misma línea pero en español el fin de semana pasado: ha sido un fragmento adaptado de la novela Mil soles espléndidos, de Khaled Hosseini (autor también de Cometas en el cielo). Lo compré para regalárselo a mi madre y tenía intención de leerlo pero la oportunidad no llegó, y el fin de semana pasado lo vi ahí tan lindo en la estantería, que me picó el gusanillo y le eché un ojo, no lo suficientemente amplio como para poder hacer el cuestionario sin leérmelo. Aun así, me ha salido muy bien, y no me he dejado intimidar por las cuestiones ambiguas. Además, por algún motivo que desconozco, los exámenes de las Escuelas de Idiomas siempre tienen trampa, sobre todo en las preguntas de contestar a, b o c: o todas las respuestas menos una son a, o ninguna de las respuestas es b, como en este caso, entre a y c, y aunque no descarto haberme equivocado en alguna, pongo la mano en el fuego porque ninguna era b. Nunca lo sabré, porque si apruebo todo, me negaré, igual que el año pasado, a ir a verlos.

Lo que quería decir es que al final de cada año (recordad que para mí los años se corresponden con los escolares), se acaba algo: el curso, principalmente. Este año da la casualidad de que acabo 2º de Bachillerato como curso, acabo Bachillerato, acabo en el instituto, y también acabo curso en la Escuela de Idiomas y la Escuela de Idiomas en sí (joder, y que se me pasara por la cabeza apuntarme el año que viene a alemán... ay). Si tuviera la mala suerte de que me quedara algo que recuperar en Septiembre, mandaría todo a tomar por culo iría y terminaría igualmente, pero es poco probable. Como he dicho antes, el aprobado raspandillo me ampara.

P.D.: No sólo estaba inspirada en cuestión de sinónimos haciendo/estudiándome los apuntes de Baudelaire. También me dio ganas de escribir "entre líneas", literalmente, una de mis ideas favoritas para una novela:


Normalmente lo hago en todos los apuntes del mundo, luego paso esas notas a limpio y las borro. Pero esas las borré sin más, porque el principio es de las mejores cosas de la novela, e iba demasiado rápido. Me había regocijado poco. Y no soy de descartarme rápidamente, ¿por qué confesarse tan rápido? Con lo divertidos que son los secretos a voces, las indirectas directas...

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Suena: Naaaaada.
Estoy: Poniéndome a cenar.
Sentencia: "El tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto", de Chaplin. Perfecto o no, es el que hay.

Manías

Hoy no tengo nada en concreto sobre lo que escribir, así que que no os engañe el título de la entrada. En realidad me apetece comentar algunas cosillas cotidianas que me parecen curiosas.

Por ejemplo, que desde que no utilizo la agenda, me apunto las cosas en la mano (en el reverso; no entiendo que la gente se escriba en el anverso, se borra más rápido con el uso [a menos que seas un poco subnormalillo y aplaudas con las manos al revés tal que así:


{¿que cómo he hecho la foto si tenía las manos ocupadas haciendo el subnormal? Le he pedido a mi madre que apretara el botón}]. Bueno, que eso. Y he descubierto recientemente que, aunque me restriegue la mano, no se borra ni suelta tinta, PERO cuando la mano reposa un largo rato sobre una superficie, ésta termina quedando estampada. La primera vez que me pasó, fue mirándome el pantalón del pijama (estudiando intentando no mirar los apuntes, es decir, decirlo de cabeza), y entonces reconocí el mensaje grabado... después en mi brazo, y la última, la más increíble, en la cara. En la JODIDA cara. He intentado todas esas veces colocar la mano de manera que coincida el mensaje con la estampa, y no lo comprendo... no son posturas cómodas...

Qué más... ah, bueno, sí, tengo que hablar sobre las épocas de exámenes. Los que me conocen saben de sobra cómo actúo: no duermo normalmente, no como normalmente, no me relaciono normalmente... a ver, en cuanto al dormir, bueno, un par de horitas por la noche, otro par por la mañana, otro más por la tarde... aunque preferiblemente, siestas largas toda la tarde y noche completa (si acaso con pausas de tres o cuatro horas, si es que llevo bien los exámenes). Lo de comer... he pasado por la fase de esa de atiborrarse, pero era joven e imberbe, y cuando crecí, me di cuenta de que no, de que lo mío era lo de tener el estómago cerrado. Mi madre se empeña en hacer comidas copiosas, en comprarme bolsas de Doritos y tarrinas de helado y ahí están, que llevan ya un par de semanas sin que nadie las toque. En cuando a hábitos alimenticios, como me acuesto tarde y me levanto tarde, las comidas se reducen a una merienda (algo dulce) por la tarde y una cena (algo salado) de madrugada, eso es lo que me suele hacer falta. Si en medio como algo más, es simplemente porque me pica el estómago, no porque tenga hambre o sienta la necesidad.

Y una cosa que me encanta y de la que me he dado cuenta ahora estudiándome de golpe todo el temario del curso, es ver cómo se relacionan unas materias con otras. A ver, ya me había dado cuenta durante el curso, no soy tan cateta, y sí, ya sé que todo se superpone, que la vida es una, y no van ni la Filosofía, ni la Historia, ni la Literatura por caminos separados. Me refiero a que en los apuntes de Historia se mencione el nombre de un autor que aparece en Literatura, o que en Literatura se hable de un filósofo... esas cosas. Pero yo venía a hablar de mi libro de Literatura Universal. Curioso resulta que 4 de los 7 autores que hemos dado, estudiaron (o hicieron el intento de) Derecho. Parece ser la carrera que mejor va con los inclinados hacia la escritura... aunque a mí me gusta más la senda norteamericana de Stephen King (o granaína de Luís García Montero) de estudiar Filología Inglesa (o Hispánica), tener un trabajo de profesor y dedicarse a escribir. Aunque los de la Generación del 27 también preferían el Derecho (lo siento, Lorca, sé que el tuyo fue comprado).

Y bueno, ¿qué hay más cotidiano que las manías? He de reconocer que AMO las manías y las ODIO a partes iguales. Quiero decir, que me encantan mis manías y las manías de los demás siempre que no impliquen movimientos ni ruidos. Ejemplo: mover el pie rápidamente, hacer "tac-tac" en la mesa con el boli, o estar haciendo un puto examen con una puta pulsera en la muñeca y no quitársela... eso no es manía, pero no lo puedo aguantar. Quizás mi manía más acusada es no aguantar las manías de los demás... pero creo que nadie va a acusarme porque se me despierten los instintos asesinos o suicidas estando en un examen intentando concentrarme con un ruidito detrás. El caso es que tengo multitud de manías pequeñas, las cuales tengo que llevar a cabo sí o sí para que, como yo digo, "no se desequilibre el universo". Suelo tener la necesidad de quitarle la tapa de las pilas al mando de la tele si lo tengo cerca; de masticar el mismo número de veces por un lado y por otro (pero no cuando como en general, sino comiendo pipas, o cereales, o alguna cosa así); de no dejar ni un piquito en las uñas cuando me las muerdo, y de igualar las de una mano con la otra, aunque ello implique dolerme doblemente (porque a veces me paso, y MUCHO); de tamborilear en la mesa (sin hacer ruido) con todos los dedos, el mismo número de veces; y luego ya algunas típicas, como la de todo estudiante, de no empezar a estudiar si no son en punto, o, en raras ocasiones, y media; y podría seguir hasta el infinito, pero no se me suelen venir a la cabeza a menos que me ponga a pensar duro, y no me apetece. La verdad es que ya había empezado en eso de las manías antes de leer el relato N. de Stephen King, y éste me pareció excesivo, pero luego me di cuenta de que no, de que me sentía totalmente identificada con él.

Por cierto, prometo que después de Selectividad no volveré a publicar nada que tenga que ver con la erudición o la más simple cultura general.

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Suena: Breath of life, de Erasure.
Estoy: Con cargo de conciencia por no estar estudiando...
Sentencia: Cada vez se me hace más difícil buscar citas que tengan que ver con la entrada... así que hoy adjunto una canción: Comfortable, de John Mayer, en la que habla de una ex cuyas faltas se ven ahora comparando con una chica nueva, pero aun así, era perfecta con su chándal y sin maquillaje.

12 jun 2012

Presión de grupo

Qué día más raro llevo hoy... he pasado del hundimiento titánico (¿lo pilláis? Titanic-o) de ayer a la... mmm... no sé, parece ser que estoy contenta, bastante feliz, me río y eso, pero me pongo a pensar en lo mucho que me queda por estudiar, en lo mucho que pierdo el tiempo (escribiendo esto, por ejemplo) o durmiendo, que también lo hago mucho. Si me dieran un euro por hora dormida, tendría ya para un iPhone 4S de 64 GB, y ya es decir. En fin, que el problema no es ese. El problema es que falta una maldita semana para Selectividad y yo aprovecho ahora para dormir todo lo que no he dormido durante el curso. Ya no es porque tenga sueño (porque he tenido más otras veces), es que tengo... bueno, pereza, supongo. Bien, hoy me llevo el premio a la dispersión.

El caso es que el día de hoy ha empezado como otros tantos, pero no me refiero a los días comunes. Me pasa que me pongo una alarma en el móvil, ¿no? Tengo como 6 alarmas (en general, no activadas), y cada uno con un tono distinto, pero no sé cuál es cual, porque realmente tampoco me importa (regla número uno: NUNCA poner una canción que quieras seguir amando como alarma). Y estaba esperando a que sonara pero en su lugar me han llamado. ¿Qué pasa en esos momentos? Que yo sé que tengo que coger el móvil sí o sí porque está sonando, pero no me termina de quedar claro si es la alarma o el tono de llamada. Me confunde una barbaridad. Bueno, más que confundirme, me desorienta. Claro, así llevo todo el día.

Luego he cedido a lo que le da nombre a la entrada, a la "presión de grupo". El ζooν πoλίτικoν que decía Aristóteles, demasiado "social" diría yo. He intentado renegar de la humanidad, y Zeus sabe que lo he conseguido en parte, pero todavía tengo esa esencia de la que hablé ayer en Estafa. Hay que ver, que es un concepto muy interesante. Me encantaría entrar en profundidad en él, pero llevo un día que... bueno, debo ser escueta.

La última vez que tuve presente el término fue el año pasado, concretamente el (buscando fecha en Tuenti) vale, no la he encontrado. Bueno, lo que quería decir es que fue el año pasado (año escolar, es decir, entre los últimos meses de 2010 y los primeros de 2011 [los que me conocen saben que para mí los años son años escolares, y no años gregorianos]), que no recuerdo a cuento de qué mencionó mi profesor de Historia. Como yo nunca puedo pasar por la vida sin sentirme la protagonista de una película y dramatizarlo todo (hasta en definirme como dramática estoy siendo dramática), lo relacioné enseguida con otro aspecto de mi vida, el cual sí recuerdo pero al cual no voy a aludir. Sólo diré que he perdido varias cosas por la presión de grupo, pero ahora me doy cuenta de que bah, tampoco eran para tanto. De hecho, la presión de grupo no siempre es mala. A veces te impulsa a hacer cosas que no quieres hacer (es decir, así es como funciona siempre) y quizás el resultado sea bueno. Entonces, la cuestión ahí es qué grupo ejerce la presión. No es lo mismo el grupo de los adultos que el grupo de los macarras, eso está claro. Eso espero.

Pero nos equivocamos al pensar que la presión de grupo es algo meramente infantil o adolescente. La presión de grupo es lo que nos lleva, en un 80 % de los casos (aviso: los porcentajes que escribo son siempre inventados, no se esconde ningún estudio detrás de ellos) a hacer lo que hacemos, a vivir como vivimos. Sin presión de grupo, no estudiaríamos, así de simple. Sí, puede que esté metiendo la pata hasta el fondo, pero ¿seguro? La presión de grupo, además, ni siquiera se ejerce activamente, sino pasivamente y a gran escala. Es decir, que si estudiamos, es porque todo el mundo lo hace, y si yo estoy con una hostia encima estudiando para Selectividad es porque todo el mundo lo hace y, por ende, yo también. No estoy tan segura de que si nadie lo hiciera, lo fuera a hacer yo.




Jo, pues no parece que haya tanto desorden como realmente hay y como quería reflejar... boh. Pero la verdad es que casi no tengo dónde sentarme. La pregunta es: ¿dónde se sentará mañana mi madre cuando venga? La respuesta: mañana, lógicamente.

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Suena: Sometimes, de Erasure (ay, que Andy Bell sale mojado... qué malo es ver esto antes de estudiar).
Estoy: Poniéndome a estudiar, ¡lo juro!
Sentencia: "La multitud obedece más a la necesidad que a la razón, y a los castigos más que al honor", de Aristóteles. Adaptación a la realidad: "Los presos penetran a otros presos (varones) por necesidad más que por razón, y si aceptan estar en la cárcel es porque temen ser fusilados si intentan salir y no porque sientan que han faltado a su honor y se autoimpongan la penitencia". Creo.